Mas Candille : La visión soñada en el sur por Hugo Toro
El más reciente proyecto hotelero del joven arquitecto-decorador Hugo Toro rinde homenaje a su visión ensoñada del Sur, entre California y la Costa Azul. Del diseño interior a las tumbonas para tomar el sol, no deja nada al azar. Se trata de una visita con aires de veranillo de San Miguel.
Una villa californiana en las alturas provenzales
No hay duda alguna: aquí, el tiempo se detiene. Un gran portón en hierro forjado se abre a una alameda de olivos. En las alturas de Cannes, cerca del pintoresco pueblo de Mougins, la espectacular vista que ofrece Mas Candille sobre las colinas de Grasse se presenta bajo la sombra de grandes pinos. Para su primer proyecto hotelero, el joven arquitecto franco-mexicano Hugo Toro — a quien debemos la renovación de la villa Albertine en Nueva York y el futuro hotel Orient Express La Minerva en Roma — exhibe una síntesis de su visión arquitectónica. Las influencias provenzales y californianas, bajo sus propios términos, de esta forma se mezclan en un estilo cálido y solar. Mármoles rojizos, cueros y robles teñidos, aliviados por los tonos verdes del agua, puntúan las 21 habitaciones y espacios comunes de este hotel de 5 estrellas.
Primer proyecto hotelero por Hugo Toro
Del antiguo hotel, no queda más que un envoltorio: el empresario Jean-Philippe Cartier, asociado a la familia Courtins-Clarins, ha dado carta blanca al decorador para la renovación de las instalaciones. Ha sido, entonces, la ocasión para que Hugo Toro se exprese a placer tanto por la arquitectura interior como por la decoración y el diseño: una buena parte de los muebles fue diseñado por él mismo, mientras que numerosos objetos provenientes del mercado de antigüedades puntúan los más pequeños rincones del establecimiento. Desde el patrón de la moqueta a los bocetos, así como otras fotografías realizadas por el arquitecto, su pincelada está por todos lados.
¿El reto? Realizar la decoración de un hotel que se sitúa fuera del tiempo, abierto el año completo, apto tanto para las largas veladas invernales cerca de la estufa como a los eternos días de farniente al borde del agua.
Un calsicismo fuera del tiempo al borde del agua con Tectona
El acondicionamiento paisajístico también es por sí mismo objeto de una atención enteramente particular. Revela una pequeña joya: la piscina en forma de habichuela con aire hollywoodense. Y el hotel posee dos: una, interior/exterior, diseñada por el arquitecto para el spa Clarins llamado Glow House; el otro — original — con esa forma tan característica de la década de 1960, que se desvela frente a la espectacular vista. Para completar el cuadro, a medio camino entre una California jet-set con un aire vintage y la indolencia apaciguada de la Costa Azul, Hugo Toro ha elegido la colección 1800 de Tectona en negro para guarnecer de belleza el borde de la piscina, además de tumbonas y veladores al estilo Directorio. Un clasicismo elegante y distendido para creerse, en el espacio de un instante, dentro de una fotografía de Slims Aarons…